Tras largas negociaciones, tanto la Cámara
de Diputados como el Senado aprobaron el reajuste al salario mínimo, el que
quedó a espera de la promulgación oficial de parte del Ejecutivo, algo que se
espera que en esta ocasión sí ocurra.

La resolución implica que a contar de
septiembre de 2018, el monto asciende hasta los 288 mil pesos, para luego
aumentarlo a $301 mil desde marzo de 2019.
Tras esto se fijó un plazo de 24 meses para
que exista un nuevo aumento, esto pese a que la intención del Gobierno era que
sean 30 los meses que debían pasar para poder instalar nuevamente el tema en la
agenda.
Esto significa que el proyecto que aprobó
el legislativo fue más cercano a lo que propuso desde un comienzo la oposición.
Pese a esto, el ministro del Trabajo Nicolás Mockenberg aseguró en entrevista
con Diario La Tercera que no fe una derrota para el Gobierno, pese a la
plurianualidad de 24 meses.
“Jamás para este gobierno va a ser una
derrota lograr que una ley se apruebe producto del acuerdo, y menos va a ser
una derrota que se reajuste el sueldo mínimo de los trabajadores”, declaró.
Por su parte, Sebastián Piñera se expresó en
Twitter al respecto, destacando que “la buena marcha del país requiere un buen Gobierno y también
una buena oposición. Hoy acordamos el reajuste al salario mínimo que llegará a
$301 mil en 2019 y subirá 2,5% por sobre IPC en 2020. El diálogo y disposición
a buscar acuerdos es fundamental para el desarrollo de Chile”.
Desde la CUT,
en tanto, la presidenta Bárbara Figueroa cree que las estrategias del Gobierno
en esta discusión se deben a una obsesión de “limitar la capacidad negociadora
de los trabajadores, eso lo vemos ahora en el debate sobre salario mínimo, pero
también está muy en sintonía con el debate y el rol de la Dirección del Trabajo
(DT) a nivel nacional con los nuevos dictámenes que ha sacado reconociendo los
grupos negociadores”.