Proyectos emblemáticos como el primer tren impulsado por hidrógeno verde en el continente y la única base de control aéreo mundialmente alimentada por energía solar, han posicionado a Chile en el primer lugar en la región y el número 14 a nivel mundial en la aplicación de energías renovables, según la revista Forbes 2023. Estos logros reflejan el compromiso del país con la transición hacia fuentes de energía sostenibles.
Antofagasta se ha convertido en un referente de energía sostenible debido a sus vastas reservas de cobre y litio, las más grandes del mundo, que generan una alta demanda y fomentan la exploración de nuevas tecnologías. “Nuestra región es un referente en energía sostenible. Pronto, el Parque Eólico Horizonte en Taltal se alzará como el más grande del continente. Fuimos la segunda zona en implementar transporte público movido con energía verde, después de Santiago. Estos avances demuestran la importancia de la región en el panorama energético nacional e internacional,” afirmó Marko Razmilic, Presidente de la Asociación de Industriales de Antofagasta.
La planta fotovoltaica más grande de América Latina, Cerro Dominador, también se encuentra en esta región, y próximamente comenzarán las operaciones del Instituto de Tecnologías Limpias. Estos desarrollos posicionan a Antofagasta como un centro de investigación único en el país, generando avances significativos en tecnología energética desde este territorio hacia el resto de Chile.
El Ministro de Energía, Diego Pardow, destacó la importancia de la región en la industria minera y su creciente rol en la producción de energías renovables. “La Región de Antofagasta lidera en la industria minera y ha demostrado un importante crecimiento en la producción de energías renovables. Esto se refleja en numerosos proyectos de alto impacto y una robusta inversión. La región es pionera en la aplicación de energía solar, eólica y, muy importante, el hidrógeno verde para el desarrollo de nuevas tecnologías,” señaló Pardow.
Actualmente, existen más de 60 programas estatales proyectados entre 2030 y 2035 para alcanzar un 60% de producción de energías limpias en todo el país, con el objetivo de lograr la carbono neutralidad para 2050.