Chile, que en los años 90 controlaba casi el 90% de las reservas mundiales de litio, ha visto cómo su participación ha caído por debajo del 40%. Este descenso no se debe a una falta de crecimiento en sus reservas, sino a que otros países han expandido las suyas a un ritmo más acelerado. Esta tendencia se refleja también en la producción: mientras que en 2003 Chile producía una de cada dos toneladas de litio a nivel mundial, hoy esa proporción se ha reducido a una de cada cuatro, lo que pone en evidencia la pérdida de liderazgo del país en este sector.
Durante su presentación, Faúndez planteó una interrogante crucial: ¿qué sucederá en el futuro, especialmente con la entrada de nuevos actores en el mercado? Países como Argentina, China, Estados Unidos y Australia ya son competidores establecidos, pero ahora se suman otros motivados por el reciente auge en los precios del litio. Estados Unidos, por ejemplo, está desarrollando proyectos de extracción de litio a partir de salmueras de petróleo, mientras que en África, la República Democrática del Congo ha descubierto el super yacimiento de Manono, que podría contener más de 16 millones de toneladas de carbonato de litio equivalente, representando una seria amenaza para la competitividad chilena.
El estudio de GEM concluye que Chile enfrenta un desafío significativo para adaptarse a este nuevo escenario global. Para mantenerse competitivo, el país deberá atraer más inversión y aumentar su producción de litio, buscando mitigar la tendencia a la baja en su participación tanto en reservas como en producción a nivel mundial. La capacidad de Chile para responder a estos desafíos determinará su futuro en la industria global del litio, un mercado cada vez más disputado.