«Ustedes trabajadores y trabajadoras, son la riqueza del pueblo de Chile. No es el cobre bruto ni la transacción que se hace a cuatro dólares la libra en el mercado de la bolsa de Londres», comenzó diciendo en discurso el Presidente.
Específicamente, dicho convenio sobre seguridad y salud en las minas es un tratado internacional trascendental para el fortalecimiento de los derechos de las y los trabajadores de la industria, especialmente en relación con el derecho a la consulta y participación en las medidas de seguridad y salud aplicables a los riesgos presentes.
Con presencia de Fesumin y del mundo sindical del rubro agrupado en la Coordinadora de Trabajadores de la Minería, CTMIN, el mandatario señaló que “la convicción de proteger a nuestra minería, a nuestros trabajadores de la minería, tiene tradiciones históricas, no la estamos inventando nosotros” y agregó que “durante este proceso de ratificación del 176 vamos a contar con una política nacional sobre seguridad y salud en las minas y que las familias de los mineros y las mineras también puedan estar tranquilas”.
En esta línea, el Presidente, Óscar Villarroel, señaló que “En este proceso de ratificación los trabajadores mineros somos actores importantes. Teníamos la preocupación de las muertes de los colegas y es por eso que hace años aunamos fuerzas para que el Estado nos escuchara y tuviéramos una minería más segura. Y lo logramos, como trabajadores unidos y estamos orgullosos de este logro”.
Desde el Sindicato de Supervisores de Collahuasi, Carlos Zurita se enfocó en la tarea sindical y reflexiona: “En lo personal es bueno ver cómo ha crecido nuestra organización. Partimos sin ninguna experiencia, solo éramos un puñado de supervisores que quebraron las reglas ante nuestras empresas y fuimos capaces de organizarnos con todo el riesgo personal que involucra si esto salía mal. Era tabú hablar de sindicato, había penas del infierno. Después se perdió el temor y nació todo esto que se vive hoy”.
Para Zurita, esta frase antigua: “Los supervisores llegaron para quedarse”, nunca los representó. “En un momento pensaron que no seríamos capaces de mantener lo que hasta ahora las organizaciones de sindicatos de supervisores han logrado. Seguirán naciendo más líderes que se unirán a este cordel y nos ayudarán a seguir tirando. Con el tiempo llegará gente con ideas frescas que seguirán fortaleciendo lo logrado hasta el momento”.
El Presidente asegura que “Con el tiempo seremos historias. Nos recordarán cómo los pioneros de estos acontecimientos, como los capaces de hacer que las cosas ocurran. Lo importante es que nuestra organización seguirá viva en el tiempo con las mismas convicciones, con el mismo respeto entre nosotros, aunque tengamos diferentes pensamientos y forma de ser, sin colores de ningún tipo como Federación, solo con un objetivo común. Velar por los intereses de nuestros socios y los nuestros. Orgulloso de este tremendo avance como trabajadores mineros”, finalizó.