El repunte ha sido notable, con un aumento del 13% en el valor del cobre en lo que va de año. Sin embargo, los analistas señalan que este crecimiento contrasta con la baja demanda física del metal rojo en China, el mayor consumidor mundial.
En la Bolsa de Metales de Londres (LME), el cobre a tres meses subió un 1,2%, alcanzando los US$9.694,50 por tonelada, y tocó su punto más alto desde junio de 2022 en US$9.739. En la Bolsa de Futuros de Shanghái, el contrato de cobre para junio cerró con un alza del 2,8%, alcanzando los 78.780 yuanes (US$10.882,42) la tonelada.
Amelia Xiao Fu, del Bank of China International, comentó sobre la situación: «El mercado aún está digiriendo el impacto real de las sanciones a los materiales rusos y, a corto plazo, las cancelaciones de inventarios en la LME están ajustando los niveles de existencias». Los inventarios disponibles en la LME cayeron en 15.200 toneladas, llegando a un mínimo de un mes de 90.400 toneladas, después de que los inversores notificaran a la bolsa su intención de retirar existencias, según datos revelados el jueves.
Además, el declive del índice dólar, que caía por segundo día consecutivo, también contribuyó al impulso del mercado. Un dólar más débil hace que los metales cotizados en la moneda estadounidense sean más baratos para los compradores que utilizan otras divisas.
El panorama del mercado del cobre continúa siendo dinámico, con una combinación de factores internacionales que influirán en su dirección en las próximas semanas.