A esto se suma la publicación del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de Chile, en la que se informa que los salarios reales han continuado en descenso por 17 meses consecutivos, con una disminución del 0,7% interanual en febrero.
La inflación elevada es una preocupación para la economía del país, ya que puede afectar el poder adquisitivo de los trabajadores y la estabilidad financiera en general. Además, la disminución en los salarios reales puede tener un impacto significativo en la capacidad para consumir bienes y servicios.
Para contrarrestar la inflación, el Banco Central ha decidido mantener la tasa de interés en un nivel elevado, lo que ha provocado un aumento en los costos de endeudamiento y ha afectado a la economía del país. Sin embargo, el Banco ha afirmado que esta medida es necesaria para garantizar la estabilidad financiera y evitar una inflación descontrolada.
El IPOM del Banco Central indica que se espera que la inflación disminuya gradualmente en los próximos meses, pero también reconoce que hay incertidumbre en torno a la evolución futura de la inflación y que la política monetaria debe estar preparada para ajustarse si es necesario.
En cuanto a la reducción de salarios reales puede deberse a varios factores, incluyendo la disminución de la demanda laboral debido a la pandemia de COVID-19 y la inflación. Sin embargo, en el ámbito de la economía, se registró un resultado favorable en un periodo de un año en tres áreas específicas: la Industria Manufacturera, el Comercio y las Actividades Financieras y de Seguros.
En resumen, la combinación de la inflación elevada y la disminución en los salarios reales es una preocupación para la economía de Chile. A pesar de que existen algunas áreas con resultados positivos, es importante que se tomen medidas para abordar esta situación y garantizar una mayor estabilidad financiera para los trabajadores y la economía en general.