Invitado por la Sonami, Mlynarz abordó la propuesta de paralizar temporalmente las operaciones de la fundición ubicada en Paipote, subrayando que esta medida no tiene la intención de cerrar ni privatizar Enami, sino más bien de mantener su papel crucial en el impulso de la pequeña y mediana minería.
Durante su intervención, Mlynarz explicó la delicada situación financiera de Enami, enfatizando que la empresa no puede acceder a préstamos bancarios, situación que ha llevado a dificultades en el pago consistente del concentrado y a retrasos con los proveedores. En este contexto, priorizar el pago a los pequeños mineros se ha convertido en una estrategia para evitar afectaciones significativas en la pequeña minería del país.
Los ejecutivos de Enami destacaron que el proyecto de modernización de la FHVL busca un equilibrio entre consideraciones ambientales y operativas. Además, subrayaron que la tecnología china a emplear permitirá operar dentro de los costos proyectados, asegurando la competitividad futura de la fundición.
Hernán Santander, gerente del Proyecto Modernización Fundición Hernán Videla Lira, detalló los aspectos técnicos del plan, que implica una inversión de casi 1.400 millones de dólares. Señaló que el proyecto avanza en su trámite ambiental y en la búsqueda de inversionistas, esperando obtener la aprobación a finales del 2024.
En cuanto a los plazos, Santander estimó dos años y medio de construcción, con un potencial inicio de puesta en marcha a mediados del 2027. Destacó que, por razones ambientales, la fundición no puede operar durante la construcción, y se fijó un plazo máximo de traslape de seis meses para evitar impactos adicionales en las emisiones de material particulado.
Mlynarz reiteró la urgencia del proyecto de modernización, señalando que la inversión necesaria va más allá de cifras menores y abogó por una solución a largo plazo para asegurar la sostenibilidad económica de Enami y la viabilidad de la fundición por las próximas décadas.