En el marco de la Conferencia sobre Seguridad y Salud de trabajadores adolescentes y jóvenes realizada en Buenos Aires, Argentina, la OIT reveló que 7.600 personas mueren al día en el mundo como consecuencia de accidentes de trabajo o enfermedades profesionales.
El Director de la Oficina de País de OIT para Argentina, Pedro Furtado de Oliveira, dio a conocer la alarmante cifra: «hoy mueren 7.600 personas por día como consecuencia de accidentes de trabajo o enfermedades profesionales”.
Respecto a esta situación, el Director de Comunicaciones de Fesumin, Víctor Riesco, apuntó que “la información es terrible desde el punto de vista estadístico referente a la cantidad de muertos por ocasión del trabajo. Es una cifra bastante alarmante dado que, como todos sabemos, las instancias de trabajo tienen el fin de poder mejorar nuestra calidad de vida, entregando nuestro esfuerzo y nuestro tiempo a cambio de una recompensa montería”.
“Que 7.600 personas pierdan la vida es una cifra bastante aberrante. Tal vez no están haciendo las cosas que corresponden en temas de seguridad”, esto en medio de la campaña de los trabajadores en Chile para exigir la ratificación del Convenio 176 de la OIT.
La OIT, a su vez, destacó que la incidencia de las lesiones profesionales no mortales es más de un 40 por ciento superior entre los trabajadores jóvenes de 18 a 24 años que entre los trabajadores adultos. Por el contrario, las estadísticas indican que la incidencia de las enfermedades profesionales es menor entre los trabajadores jóvenes que entre los de mayor edad.
“Como dijimos anteriormente, referente al nuevo protocolo de emergencias que instaura el Gobierno, creemos que la visión debe ser mucho más preventiva y estratégica. Esto para que las personas tengan la conciencia del autocuidado, ojalá, desde la niñez, para que la persona en su etapa adulta tenga el conocimiento necesario sobre situaciones peligrosas”, apuntó Riesco.
“Es mejor la prevención que la reacción y eso lo vimos en Cerro Bayo y en San José. Lamentablemente ya se habían hecho las denuncias y no se hizo nada al respecto, luego tuvimos que lamentar los hechos que ocurrieron”, agregó Riesco.
El Convenio 176 de la OIT es un documento referente a las condiciones y prácticas que el Estado de Chile debe planear y ejecutar, para garantizar de forma plena la seguridad y la salud de los trabajadores de la minería.
La ratificación se hace efectiva cuando el Estado crea una legislación nacional que contenga las disposiciones y normas técnicas relativas a la vigilancia de la seguridad y la salud en las minas.
“Hay que cambiar la mirada, el Gobierno no ve eso de la inmediatez de la situación. No nos sirve invertir recursos en acciones reactivas, sino que hay que colocar la plata en procesos de prevención y de enseñanza. Mientras más joven la persona conozca temas de seguridad, mejor”, finalizó Riesco.