A partir de julio del presente año las empresas podrán competir para obtener derechos de exploración y explotación de los recursos minerales del fondo del mar. Esta actividad es regulada por la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA, por sus siglas en inglés), un organismo internacional encargado de la gestión de los recursos minerales del fondo marino.
Según la ISA, se estima que en el fondo del mar hay recursos minerales por valor de varios billones de dólares, incluyendo cobalto, cobre, níquel y manganeso. Además, se espera que la demanda de estos minerales aumente en el futuro debido al creciente uso de tecnologías como los vehículos eléctricos y las energías renovables.
Sin embargo, la minería submarina también presenta desafíos y riesgos significativos. Por un lado, la extracción de minerales del fondo del mar puede tener un impacto negativo en el medio ambiente y en los ecosistemas marinos. Además, la tecnología necesaria para llevar a cabo esta actividad es aún incipiente, lo que aumenta el riesgo de accidentes y errores.
Ante esto, el Secretario del Sindicato Nº 2 de Collahuasi, y a su vez, Director de Comunicaciones de Fesumin, Víctor Riesco, señalo que “la minería submarina así como la extracción de petróleo desde fuentes que están bajo el mar genera un impacto ambiental de características que aún no se dimensionan. No es la primera vez que se habla del tema y al igual como se hace con la minería terrestre, debería definirse un proceso para verificar el impacto que tendrá la extracción submarina en su etapa de inicio y luego en su etapa de producción”.
“Es necesario recordar que existen corrientes submarinas que generan grandes desplazamientos de masa de agua, como la corriente de Humboldt, que recorre desde la Antártida hasta el Ecuador cargando nutrientes esenciales para el ecosistema marino, la cual podría verse afectada por la explotación minera”, agrega.
“Es un hecho que por el momento no se autorizan los permisos para este tipo de extracciones ya que se podría generar un impacto muy fuerte a nivel global si no se regula correctamente”, finalizó.