El Banco Central de Chile publicó su Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre de 2020, en el que destacó que el escenario económico local e internacional sigue determinado por la evolución de la movilidad de las personas y su relación directa con la pandemia.
Según el informe, las proyecciones apuntan a una caída estimada entre -6,25 y -5,75% para este año, mientras que un crecimiento de entre 5,5 y 6,5% en 2021. En tanto, para 2022 las estimaciones son entre 3 y 4% .
En el anterior IPoM, las proyecciones fueron una caída del PIB de entre 4,5 y 5,5% en 2020, un crecimiento de entre 4 y 5% para 2021, y de entre 3 y 4 por ciento, para el año subsiguiente.
El informe, a su vez, lanza una advertencia sobre el escenario macroeconómico, pues se sigue mostrando más incierto que lo normal, con proyecciones muy condicionadas a la evolución del Covid-19, además de los efectos en los ingresos de las personas y las empresas.
El documento también señala que la economía mejoró tras la fuerte contracción observada en el segundo trimestre, y que las medidas de apoyo a los hogares y al crédito han conseguido mitigar la amenaza que representaba para el bienestar de la población y la solvencia de las empresas.
Sin embargo, el informe agrega que la evolución menos favorable de las restricciones sanitarias, la lenta recuperación de los rubros más afectados y las huellas que dejó la crisis, incidieron negativamente en el dinamismo de la recuperación, afectando no solo la demanda agregada, sino también la capacidad de respuesta de la oferta.
Por otro lado, el recién anunciado retroceso de la Región Metropolitana a la fase 2 puede provocar un retraso en el proceso de recuperación de la economía, aunque también puede reducir el riesgo de acciones más drásticas a futuro.
Considerando todos estos puntos, el IPoM apunta que la actividad continuará en el camino de la recuperación, aunque ésta será gradual, y proyectó que hacia 2022 la economía retomará los niveles de septiembre de 2019.
Finalmente, el Informe destacó que el retiro de ahorros previsionales tendrá un efecto relevante en el consumo y las actividades ligadas al comercio el próximo año.