Desvinculaciones y planes de egreso suman cerca de mil trabajadores fuera de la minería desde marzo hasta la fecha.
Postergación de proyectos de expansión, reducción de dotación en faenas por grupos de riesgo y teletrabajo, han sido los efectos que ha sorteado la minería debido a la crisis sanitaria. Aún así ha logrado mantener la continuidad operacional y muchas de estas industrias incluso, aumentaron su producción.
Sin embargo, desde marzo a la fecha, se ha producido solo en la gran minería del cobre la salida de casi mil trabajadores. Estas desvinculaciones se han dado tanto en las faenas, como en las oficinas centrales de las compañías, incluso en Santiago.
Según informa El Mercurio, los sindicatos de las mineras están en alerta, ya que si bien la mayoría de las empresas tenían contemplada la salida de trabajadores por distintos motivos, los representantes acusan que se está optando por sacar a aquellos que se encuentran en sus casas confinados producto de sus condiciones de salud, las que no serían compatibles con la situación sanitaria.
“Esto está alejado de los discursos de responsabilidad social empresarial, creemos que no es el minuto de que en medio de esta pandemia estén haciendo estos ajustes, aduciendo temas económicos, cuando el precio del cobre está bastante bien posicionado, no nos queremos ni imaginar que hubiese pasado con el cobre a US$ 2. Nuestro llamado es que al menos por este año se resguarden los puestos de trabajo”, señala el presidente de la Federación Minera de Chile, Gustavo Tapia.
El listado de egresos es liderado por la estatal Codelco, que además es por lejos la que tiene la dotación más grande del país, y que solo en Chuquicamata acumula casi 500 salidas desde marzo en adelante. Hace un par de semanas, el presidente ejecutivo de Codelco, Octavio Araneda, reconoció que la firma no podría mantener por mucho tiempo las dotaciones en sus hogares, dado que estas personas siguen recibiendo sus sueldos y representan prácticamente el 30% del personal directo de la minera.
Es por esto que durante los últimos días, la estatal formalizó su estrategia, la que fue bautizada como “plan de desvinculación especial” y que está destinado a aquellas personas sobre 65 años o con enfermedades crónicas que no sean compatibles con sus labores. “A la fecha, la Corporación ha mantenido las remuneraciones de todos estos trabajadores, pero esta medida no es sostenible en el tiempo.
Por ello, la empresa está avanzando en las gestiones para definir planes de egreso, que otorguen condiciones de retiro adecuadas para los trabajadores que no puedan volver a sus labores y que puedan ser atendidas por la compañía acorde a las condiciones del negocio”, dijeron desde la empresa, desde donde confirmaron que este proceso ya logró aprobar el plan para la División Ventanas por sus dos sindicatos, y que avanza en los demás centros de trabajo de la minera.
Si bien aún no existe una cantidad de trabajadores que estén contemplados en este proceso, la División Ventanas cuenta con unos 80 empleados que se encuentran en sus casas, por motivos de salud, y según reconocen fuentes sindicales, existe conciencia de que los beneficios no serán los mismos a los que se accede normalmente en estos programas.
En el caso de Chuqui, que ya contaba con un plan de egreso activo desde julio del año pasado, los dirigentes explican que si bien se trata de procesos normales, han recibido denuncias de parte de los asociados por supuestas presiones que ha realizado la empresa sobre trabajadores que presentan patologías, para que opten por salir de la compañía. Incluso, esta semana algunos sindicatos presentaron recursos de tutela laboral en contra de la empresa, ya que se ha incrementado la cantidad de trabajadores que han sido bajados de faena producto de su salud, lo que acusan estaría siendo adoptado con criterios muy arbitrarios.