Conflictos sindicales impactan desarrollo de multimillonario proyecto minero en la frontera entre Argentina y Chile

El desarrollo del Distrito Vicuña, una de las mayores zonas mineras de cobre del mundo, generó tensiones en la frontera argentino-chilena, debido a los reclamos de sindicatos argentinos que acusan a las compañías mineras, como Lundin Mining, de preferir la contratación de trabajadores chilenos en proyectos como Josemaría y Filo del Sol.

Estos dos proyectos, con inversiones proyectadas en más de US$7 mil millones, forman parte de un distrito que abarca depósitos en ambos países y está proyectado para tener una vida útil superior a 50 años.

A pesar de que el Tratado de Integración y Complementación Minera entre Chile y Argentina permite la contratación cruzada de trabajadores en zonas fronterizas, los sindicatos trasandinos, liderados por la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA),  expresaron su malestar ante lo que consideran una baja proporción de trabajadores argentinos, especialmente en Filo del Sol, donde afirman que solo el 15% de los empleados son argentinos. Esto, aseguran, afecta a empresas locales que luchan por competir en igualdad de condiciones con las chilenas.

El secretario general de AOMA, Iván Malla, manifestó su preocupación de que esta situación se agrave debido a los beneficios otorgados a las grandes inversiones extranjeras a través del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que reduce impuestos y facilita exportaciones, generando una desventaja para las pequeñas empresas argentinas.

Desde Lundin Mining, sin embargo, aseguran que la mayoría del personal en Josemaría y Filo del Sol es argentino, destacando que el porcentaje de trabajadores chilenos no es significativo. Sin embargo, reconocen la fortaleza de los gremios argentinos y están atentos a los posibles efectos que estos reclamos sindicales puedan tener en el futuro de los proyectos, cuya producción está prevista para comenzar en 2026.

En paralelo, ambos proyectos evalúan la posibilidad de utilizar puertos chilenos para la exportación de mineral, dado que los terminales de la Región de Atacama cuentan con capacidad suficiente para manejar la carga proveniente de los yacimientos.