Esta semana, el Gobierno presentará una alternativa a la iniciativa original sobre el salario mínimo, esto en medio de la solicitud de 500.000 pesos como sueldo base o el de renta universal para amortiguar los efectos económicos que ha provocado la pandemia en los hogares.
Sobre la propuesta que elabora el ejecutivo, el ministro del Trabajo, Patricio Melero señaló que «lo que hemos planteado al Congreso, es que nos dé un plazo junto al ministro de Hacienda, para hacer una propuesta de visión de largo plazo. Para que haya un ingreso no solo de salario mínimo, sino que se puedan establecer otros factores y podamos establecer con gradualidad un aumento en el tiempo».
En ese sentido, el líder del Partido Progresista, y ex abanderado del PRO para la Presidencia, Marco Enríquez-Ominami, hizo un llamado a la imposición de una renta básica universal de emergencia y también a un posible cuarto retiro de los fondos previsionales.
“Apenas hace una semana, se discutía si era inminente o no la aprobación de la renta básica. Pasadas las elecciones no había un interés sustantivo ni sincero, ni siquiera mínimamente honesto o productivo, de aprobar la renta básica”, dijo el excandidato presidencial, quien avisó que gracias a esa inacción “ya se avizora el cuarto retiro a los fondos de pensiones”.
Ominami viene insistiendo hace un tiempo en una propuesta de una renta básica provisoria de 450.000 durante seis meses (entre mayo y octubre) como medida para enfrentar la crisis económica que se vive en Chile.
Por otro lado, desde distintos sectores de la oposición y desde las organizaciones de trabajadores se ha pedido que el sueldo mínimo se incremente a 500.000 pesos, aunque esto está lejos de lo que pretende proponer el Gobierno esta semana.