Este 15 de octubre se cumplen 8 días de huelga desde que el Sindicato de Trabajadores de Mina de Candelaria, ligada a la canadiense Lundin Mining, comenzó su huelga tras rechazar la última oferta de la compañía.
Al día de hoy, aún no llegan a un acuerdo y desde el sindicato señalan que “la empresa no quiere hacer otra propuesta”.
“Teníamos reunión de conversación el miércoles 14 de octubre y la Compañía ha desistido: nos dejó en la mesa y no asistieron”, comentó el Presidente del sindicato, Patricio Garate Flores.
El dirigente señala que la empresa “no quiere entregar ninguna propuesta y están muy agresivos contra nuestro sindicato. En el fondo, lo que quieren es desaforarnos, destituir a este directorio y amedrentar a los trabajadores para poder dejar el paso libre”.
Los puntos que hoy tienen mayor diferencia son los derechos adquiridos de los trabajadores y entre ellos, los montos de sueldo base, gratificaciones que no están estipuladas anuales o mensuales y aguinaldos. “Estamos pasando muy malos momentos, porque la empresa prefiere trasladar a los trabajadores en helicóptero que acercarse a conversar”, añade.
Otro de los temas importantes es lo que menciona el dirigente referente al traslado en helicóptero de los trabajadores: “La empresa no está respetando el protocolo Covid-19 porque los trabajadores van amontonados, sin distancia social y sin mascarillas. Así son transportados a la mina, en helicóptero. Eso también es una práctica antisindical porque el contrato colectivo señala que el transporte es vía bus”.
Otro punto son los turnos excesivos, ya que Garate afirma que “los trabajadores están haciendo turnos de 24 horas por el tema de reemplazo. Si hay algún accidente será de exclusiva responsabilidad de la empresa que no está respetando nada”.
Al respecto, confirma que hicieron la denuncia correspondiente en la Dirección del Trabajo de Copiapó para que fiscalicen dichas prácticas.
Por su parte, la empresa señaló a través de un comunicado, que “un grupo de personas ha optado por realizar acciones ilegales, que se traducen en cortes reiterados de caminos y destrucción de instalaciones y bienes, tanto públicos como privados”.
Agregaron que “tenemos el deber de velar por la seguridad de todos nuestros trabajadores, lo que nos ha obligado a tomar medidas para permitir el acceso a la faena de quienes deben continuar con sus labores”.
Respecto a ello, Garate relató que “el día 8 en la mañana, cuando comenzó la huelga, hay un supervisores de confianza de la compañía, se iniciales F.M., quien me arrojó la camioneta encima, casi me atropelló, y está grabado, la empresa tiene el video, y está en conocimiento la Gerencia General. Esto es para que se den cuenta de cómo está de mala esta situación”.
Ahora, el sindicato mina está a la espera de que la empresa pueda abrirse al diálogo y presentar una nueva propuesta o al menos, asistir a sus reuniones de mediación.