Antofagasta fue la localidad elegida por los trabajadores agrupados en la Coordinadora de Trabajadores de la Minería, CTMIN, para realizar una intervención social urbana y un homenaje a los más de 200 trabajadores fallecidos desde el 2010 a la fecha.
Con el objetivo de concientizar a la población sobre la importancia de la seguridad en el trabajo y sobre todo en la minería, además de dar a conocer la cifra de más de 200 mineros muertos en su lugar de trabajo desde 2010 hasta hoy, se realizó una importante intervención en Antofagasta.
Fueron los trabajadores de la minería, agrupados en CTMIN, los que estuvieron a cargo de esta iniciativa, en donde cada cruz, representó a un trabajador fallecido.
La actividad se enmarca dentro de las gestiones que realizan los trabajadores para solicitar al Estado que ratifique el Convenio 176 de la OIT, el cual garantizaría una minería más segura.
El vicepresidente de Fesumin, Iván Mlynarz, señaló que «este tipo de actividades buscan sensibilizar a la población sobre el problema de la seguridad en las minas. Más de 200 mineros muertos por trabajar es una cifra que impresiona pero que poca gente conoce. Para lograr que el gobierno y el parlamento ratifiquen el convenio 176 de la OIT es un aporte que la ciudadanía empatice con este los desafíos de la la seguridad, que no sean solo los sindicatos mineros, sea el país entero el que empuje está propuesta».
Agregó también que «los problemas de los trabajadores son problemas que repercuten en toda la población, pero si no salimos de las faenas y sedes es difícil lograr que el resto de la población nos entienda y apoye».
Por su parte, para el presidente de la Fesumin, Carlos Zurita, esta fue una jornada educativa muy productiva: «Fue una jornada educativa en donde cada uno de nosotros le explicó a la gente que se acercaba a preguntar qué significaban las cruces y velas en el suelo. Cuando se enteraban que era la forma de recordar a cada compañero de trabajo, ellos inmediatamente nos respondían que era una acción muy linda. Asimismo, cuando le explicábamos qué estábamos solicitando y quienes éramos, comprendían a la perfección. La gente concordó con nosotros en que la seguridad y salud de las personas no tiene límite y todo lo que esté al alcance y sea beneficioso para nuestra tranquilidad en el trabajo hay que aplicarlo».
Fueron los trabajadores de la minería, agrupados en CTMIN, los que estuvieron a cargo de esta iniciativa, en donde cada cruz, representó a un trabajador fallecido.
La actividad se enmarca dentro de las gestiones que realizan los trabajadores para solicitar al Estado que ratifique el Convenio 176 de la OIT, el cual garantizaría una minería más segura.
El vicepresidente de Fesumin, Iván Mlynarz, señaló que «este tipo de actividades buscan sensibilizar a la población sobre el problema de la seguridad en las minas. Más de 200 mineros muertos por trabajar es una cifra que impresiona pero que poca gente conoce. Para lograr que el gobierno y el parlamento ratifiquen el convenio 176 de la OIT es un aporte que la ciudadanía empatice con este los desafíos de la la seguridad, que no sean solo los sindicatos mineros, sea el país entero el que empuje está propuesta».
Agregó también que «los problemas de los trabajadores son problemas que repercuten en toda la población, pero si no salimos de las faenas y sedes es difícil lograr que el resto de la población nos entienda y apoye».
Por su parte, para el presidente de la Fesumin, Carlos Zurita, esta fue una jornada educativa muy productiva: «Fue una jornada educativa en donde cada uno de nosotros le explicó a la gente que se acercaba a preguntar qué significaban las cruces y velas en el suelo. Cuando se enteraban que era la forma de recordar a cada compañero de trabajo, ellos inmediatamente nos respondían que era una acción muy linda. Asimismo, cuando le explicábamos qué estábamos solicitando y quienes éramos, comprendían a la perfección. La gente concordó con nosotros en que la seguridad y salud de las personas no tiene límite y todo lo que esté al alcance y sea beneficioso para nuestra tranquilidad en el trabajo hay que aplicarlo».
«En este encuentro pude percibir que podemos educar a la gente en muchos temas que son transversales entre nosotros como ciudadanos. Como por ejemplo, nuestros derechos y deberes, poniendo énfasis en lo que se refiere a temas de seguridad y salud, principalmente en nuestra salud mental. Creo que este tipo de encuentros puede ser una buena alternativa ya que son una herramienta potente para dialogar con la gente en diferentes temas, independiente de qué color político sea y en lo que crea», finaliza.