El pasado sábado 18 de febrero, 235.000 hectáreas se convirtieron en reserva minera para la explotación de litio en México. El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador expresó que “lo que estamos haciendo ahora, guardadas las proporciones y en otro tiempo, es nacionalizar el litio para que no lo puedan explotar extranjeros ni de Rusia, de China, ni de Estados Unidos. El petróleo y el litio son de la nación, del pueblo de México”.

Según las estimaciones actuales, México podría tener 1,7 millones de toneladas de litio, aproximadamente el 2 por ciento de todo el planeta. Y, aunque se ha detectado litio en varios estados mexicanos, Sonora concentra prácticamente la totalidad de los recursos.  

Sin embargo, ya existen varias empresas privadas con concesiones para la explotación del litio mexicano. Según Fernanda Ballesteros, gestora país para México en el Natural Resource Governance Institute, comentó que “México, como uno de los principales centros de manufactura automotriz, tiene esta opción de generar mayor valor a lo largo de la cadena de producción de litio, y no solo quedarse en la actividad extractiva, sin embargo, este último decreto se encasilla nuevamente en dicha actividad”.

Viviana Patiño, investigadora del Programa de Regulación y Competencia del centro de pensamiento dijo que “hoy en día México no tiene la infraestructura ni las posibilidades para explotar y para utilizar el litio, y esta es solo una de las muchas contradicciones y ambigüedades en la Ley Minera”.

Según lo comentado por López Obrador, se espera cubrir la demanda de Estados Unidos y Canadá, los cuales están comprometidos en la fabricación de vehículos beneficiosos para el medio ambiente, siendo una gran oportunidad para mejorar la gobernanza del sector minero en México.