Opinión: Cómo impacta el ingreso de la tecnología en la minería. Segunda Parte.

¿Y por qué estamos comentando en estos artículos la influencia de la tecnología en minería? Bueno, porque estos cambios ya llegaron y están cambiando el trabajo en minería, y aparte de modernizarlo, implica en el corto plazo la salida de muchas personas que no cuentan con las competencias requeridas en las áreas productivas y de apoyo y staff.

Columna por Víctor Riesco 

¿Y hay forma de revertirlo? Desde el punto de vista sindical, la incorporación de tecnologías es un debate que se ha dado en todas las instancias del trabajo y que, lamentablemente, no ha sido evaluada ni se le ha dado la importancia requerida. Y, que hasta ahora, no tiene una postura por parte de los sindicatos en el aspecto de que… ok, van a reemplazar personal, ¿y qué hacemos?, ¿tenemos la posibilidad de adelantarnos a estos cambios? ¿los trabajadores están en condiciones de reinventarse y optar a otros trabajos? Como en los bancos donde el personal ha sido reemplazado por plataformas tecnológicas que permiten al cliente realizar transacciones sin necesidad de ir al banco. O las compras de productos a través de portales de internet que posteriormente mediante procesos logísticos no llegan a nuestras casas evitando el ir a una tienda a vitrinear.
El Consejo de Competencias Mineras (CCM) fue creado en 2012 con el fin de proveer información, como industria, que permita adecuar la oferta de formación de técnicos y profesionales a la demanda del mercado laboral minero, tanto en términos cualitativos como cuantitativos. (http://www.ccm.cl/). Así, el CCM entrega información relevante de cómo la industria minera nacional agrupada en el Consejo Minero entrega a las diferentes entidades formadoras, universidades, institutos profesionales y CFT las necesidades que la empresa quiere cubrir o desarrollar.
En mayo del año 2018 el CCM publicó un estudio con el apoyo de Fundación Chile denominado “Impacto de las nuevas tecnologías en las competencias requeridas por la Industria Minera”. Lo interesante de este estudio es que analiza 3 procesos, 9 subprocesos y a 76 perfiles ocupacionales con un alcance de 265 competencias, y realiza un análisis del potencial de cambio de acuerdo con el tipo de actividad. 
La primera caracterización define las tareas en “manuales”, definida como la actividad que requiere acción física y directa del trabajador y “cognitivas”, que se define como aquella actividad que requiere resolución de problemas, intuición, persuasión, y creatividad. En esta última nos desarrollamos de mayor forma los supervisores. 
En resumen, las tareas no rutinarias pueden ser telecomandadas y las tareas rutinarias pueden ser automatizadas. Respecto de las tareas cognitivas, las tareas no rutinarias mantienen sus competencias (una buena noticia para los supervisores), y las tareas rutinarias tienen una alta posibilidad de digitalizarse, como ha sucedido con la operación de equipos en las plantas concentradoras, los cuales entregan rangos de operación dependiendo de las variables del proceso.
Otro aspecto del estudio es la evolución de requerimientos de competencias a mediano plazo y eso si es algo que nuestros colegas técnicos y operadores no están preparados, pero pueden modificar el escenario si lo asimilan rápido. Siguiendo esta idea el estudio plantea lo siguiente:
– Aumento de 43% a un 76% en competencias asociadas a la Automatización y Teleoperación.
– Incremento de un 36% (de 83 a 113) de competencias asociadas al nivel tecnológico Teleoperado.
– Incremento de un 180% (de 31 a 87) de competencias asociadas al nivel tecnológico Automatizado.
– Disminución de funciones Operadas en torno al 57% (de 151 a 65 competencias).
El análisis del estudio va enfocado a una realidad que no está lejana y que dependerá de solamente una toma de decisión a mediano y largo plazo. La respuesta del mundo laboral es nula, no la hay, no la hemos asimilado y no tenemos una sola postura.
¿Por qué? Porque muchas expectativas estuvieron en una reforma laboral que no fue buena, que desconocer que la minería es un negocio cíclico y es ahora en las “vacas gordas” cuando se deben realizar los cambios para el periodo de las vacas flacas y no solo producir, producir y producir. 
Mientras mejor sea el desempeño de las empresas mineras es obvio que a todos nos va bien, pero si no participamos de forma directa en los desarrollos y discusiones de fondo nos quedaremos atrás y solo sentiremos el golpe. Las competencias de la Operación manual disminuirán como efecto de estos cambios, pero ¿habrá reconversión? ¿Esa experiencia disponible de nuestros operadores será reemplazada por “jugadores de Play Station”?
No lo tome a la ligera, tarde o temprano la tecnología nos desplazará a todos.