Agotamiento del cobre: La escasez podría durar hasta 2030

Los suministros mundiales de cobre se están reduciendo mucho antes del importante déficit previsto hasta el final de la década. Sin embargo, los precios del llamado metal rojo han bajado en febrero, interrumpiendo tres meses consecutivos de subidas.

El cobre es uno de los principales indicadores de la economía mundial, ya que se utiliza en todo tipo de productos, desde teléfonos móviles hasta circuitos eléctricos y maquinaria industrial.

Según las predicciones de analistas, se espera que un déficit de cobre inunde los mercados mundiales a lo largo de 2023, pudiendo extenderse potencialmente durante el resto de la década.

Actualmente, el mundo enfrenta una escasez mundial de cobre, impulsada por flujos de suministro cada vez más desafiantes en América del Sur y mayores presiones de demanda.

Una contracción del cobre podría ser un indicador de que las presiones inflacionistas mundiales empeorarán y obligarán a los bancos centrales a mantener su postura agresiva en cuanto a la política monetaria. Sin embargo, algunos sostienen que el metal se ha desvinculado de la actividad de crecimiento estadounidense y mundial durante muchos momentos de esta última década.

Desde el Sindicato de Collahuasi, su Secretario, Víctor Riesco, señaló queno es la primera vez que se habla de una instancia de escasez de cobre disponible en el mundo luego de que existan crisis políticas en los países productores. En nuestro caso, el efecto principal de la baja producción es que las leyes de los minerales y de las minas chilenas ya están en su límite y comienzan a disminuir”.

“En base a lo anterior, se hace complicada la explotación normal del mineral. Las empresas van a tener que apuntar a una forma distinta de producir, ya sea mejorando y siendo mucho más eficientes en el proceso, reduciendo personal o automatizando sus instalaciones”, agrega. 

Para cerrar indicó que “ahora, si bien no hay que preocuparse por lo expuesto anteriormente, sí debemos ser conscientes del avance de la ciencia y la tecnología, ya que se podría desarrollar un elemento alternativo al cobre, y eso podría generar una crisis peor de lo que podría generar su escasez”.