Durante las últimas horas el tema del cierre de Ventanas ha traído varias consecuencias. La principal es que los trabajadores no están de acuerdo con el cierre y les preocupa su fuente laboral. Ante ello, el Presidente del Directorio de Codelco, Máximo Pacheco, emitió una carta haciendo un llamado a los trabajadores y trabajadoras a recorrer juntos el proceso de cierre y a encontrar la mejor solución para todos.
«¿Merece la principal empresa de Chile y sus trabajadores y trabajadoras ser apuntados con el dedo cada vez que hay una emergencia ambiental? ¿Merece la comunidad de Quintero y sus alrededores ser parte de una “zona de sacrificio”? ¿Merecen los chilenos y chilenas que la productora número uno de cobre en el mundo renuncie a su deber de ser líder en minería verde?», son las preguntas que hace Pacheco en su carta.
Se responde a sí mismo argumentando que «Según las estimaciones de la autoridad, hoy la fundición produce 62% de SO2 de la zona. Sin embargo, todas las medidas tomadas por las autoridades, su cumplimiento por parte de la fundición y una inversión de US$ 156 millones en los últimos años no han sido suficientes. Son tres décadas en las que, a pesar de los continuos esfuerzos, no se ha logrado una solución definitiva que termine con el pesar de las 52 mil personas que viven en la zona que muchos llaman de sacrificio».
“Esta decisión es y será muy difícil, pero lo haremos de la mano de los trabajadores y trabajadoras de la fundición Ventanas”, agrega.
En la misma línea, Pacheco insiste en que los trabajadores no quedarán sin futuro laboral: «Deseo reiterar que la decisión del directorio contempla que ninguno de las 348 personas de la fundición quedará sin trabajo. Seguirán siendo parte de alguna de nuestras otras divisiones si así lo desean y, si alguno prefiere postular a un plan de retiro voluntario especial, tendrá esa opción disponible. Sabemos que nuestros trabajadores y trabajadoras son competentes, esforzados, bien entrenados, preparados y comprometidos con sus labores, por lo que incorporarlos en otras divisiones de Codelco será un aporte».
Sobre el proceso, señala que será largo: «Desmantelar una fundición de las características de Ventanas demorará varios años y requerirá de mucha mano de obra. Por eso, para los contratistas también se abrirán nuevas oportunidades laborales. Tomaremos medidas con distintas instituciones del Estado y organizaciones para generar un plan que ofrezca un horizonte de empleabilidad para todos y todas».
Para finalizar, hace un llamado a los trabajadores y trabajadoras para recorrer este camino juntos y buscar soluciones: «El trabajo que se viene es enorme, pero tengo la convicción de que responde a la necesidad de asegurar un mejor futuro, especialmente para las comunidades, de las que forman parte las trabajadoras y los trabajadores Ventanas y sus familias. Nos proponemos una transición justa hacia formas de operar que generen bienestar para todos y todas, y en que no sean los menos favorecidos los que deban pagar los costos del desarrollo. Recorreremos juntos este camino y encontraremos la mejor solución para las personas de la fundición, la bahía de Quintero-Puchuncaví y Chile entero».