En las últimas horas se aprobó una indicación al proyecto ley que regula e incentiva el trabajo a distancia. Esto busca agregar por primera vez a la legislación laboral el derecho a desconexión para esas personas que prefieran realizar sus labores por medio de la modalidad del teletrabajo sin tener que acudir de forma física a un lugar determinado.
“El tema de teletrabajo me parece bien si se piensa del punto de vista familiar. Es decir, si una persona en lugar de ir a una oficina y estar ausente del hogar por mucho tiempo, me parece bien y le da un plus más al no utilizar tanta infraestructura en ciertas empresas”, comenzó diciendo Rodrigo Sandoval, tesorero de Fesumin.
“También hay que evaluar el tema de los gastos de las personas. Las empresas normalmente dan colación, hay un tema de gastos por lo que no sé si será más barato o no tener a las personas en la casa. Son temas que se deben dejar establecidos”, agregó.
Más allá de lo atractivo que suene esta iniciativa impulsada por los diputados Raúl Soto y Miguel Ángel Calisto, desde Fesumin llaman a tener precaución por el siempre controversial artículo 22 de la legislación laboral, pues puede tratarse de una figura que sirva a las empresas para pasar por alto el pago de horas extras.
“El artículo 22, inciso 2, habla del tema de trabajar en el hogar y el 4 complemente el tema del uso de medios informáticos. Quiero tener cuidado ahí porque este artículo en el entendido de muchos es para no pagar horas extras”, apuntó Sandoval.
En la misma línea, pidió que “lo que hay que ver es por qué se está haciendo, si es para un fin familiar o para que la persona no tenga horario para efectuar tareas que requieran más tiempo que lo que la jornada ordinaria precisa. Ojalá no caigamos en la manipulación del artículo porque me imagino que no se pagarán horas extras en este caso”.
“No sea que ahora tengan a la persona sometida en su casa trabajando y menoscabando igual el desarrollo familiar”, agregó.
Sobre esto, profundizó: “El artículo 22 siempre ha sido motivo de discusión por cómo está planteado en la legislación. Se entiende que las personas debemos cumplir 45 horas semanales ordinarias, pero definitivamente eso no se cumple. Usamos las facultades de administración para de alguna manera mentir respecto de la jornada y no pagar sobretiempo, pero hay que dejarlo establecido, dejar claros los límites y cómo se controlará”.
“Todos Los computadores actualmente tienen un sistema en el que se puede ver si se esté conectado o no y el nivel de actividad de la persona. Esto habla también del tema de la productividad, y ante eso me imagino que el cumplimiento será más por objetivo que en el ver el tiempo que esté activo. Todo esto parecen más buenas intenciones, pero va a tener que sopesar algunos temas que están en el tintero y que espero el proyecto los contemple, sobre todo el tema de las horas extras”, cerró.
Por el contrario, el diputado Raúl Soto aseguró que “si la naturaleza de las funciones del trabajador a distancia así lo permite, las partes podrán pactar que el trabajador distribuya libremente su jornada en los horarios que mejor se adapten a sus necesidades, respetando siempre los límites máximos de la jornada diaria y semanal; esto es no más de 12 horas al día y no más de 45 horas a la semana”.