El Proyecto de Ley Laboral para la conciliación del Trabajo, Familia e Inclusión se ha prestado para diversas opiniones y dichos tanto en la opinión pública como en personajes del Gobierno.
De lo expuesto, es dable concluir que el proyecto de reforma laboral, se enmarca en un proceso de modificación legal, que busca regularizar las relaciones laborales en aspectos en los que ha existido dieras interpretación administrativa y judicial, promoviendo jornadas flexibles al punto que se genera el efecto contrario a lo que pretendidamente busca el gobierno, que es la mayor disponibilidad que los trabajadores tengan sobre su propio tiempo.
Es importante destacar que, en aquellas materias en que ha existido contraposición interpretativa o bien debate entre posiciones pro empresa o pro trabajadores, la reforma claramente ha optado por las posiciones jurídicas que benefician a empleadores y disminuyen derechos laborales.
Se pierde el derecho a un máximo de horas ordinarias de trabajo diario de 8 o 9 horas que con la reforma se pretende pueda llegar a ser hasta 12 horas. Ademas, se busca que la población de tercera edad se mantenga trabajando, en línea con las políticas en materia provisional que buscan aumentar en 5 años la edad de jubilación de mujeres y de 2 la de los hombres.
En definitiva, se trata de un esfuerzo legal sistemático de reforzar la posición negociadora de los empleadores respecto tanto de sindicatos como de trabajadores individualmente considerados.