El Gobierno tuvo que ingresar tres sets de indicaciones para que el proyecto avanzara. El primero fue en julio del año pasado cuando se anunció el ingreso de dos de los cuatro proyectos que configuran la reforma tributaria del Presidente Boric. El segundo fue en octubre y el tercero, ahora, previo a la votación.
Entre las indicaciones destacan la modificación de la escala de tasas para aplicar el impuesto en función del margen operacional de las empresas mineras que producen cobre en una cantidad mayor a 50.000 toneladas métricas de cobre fino, las que fluctuarán entre un 8% y un 26%. Además, se propuso establecer un impuesto ad valorem de tasa plana de 1% para la gran minería del cobre cuya explotación supere las 50 mil toneladas métricas de cobre fino, excluyendo de esta forma a la mediana minería. En caso de que el margen operacional sea negativo, no procederá el pago de este gravamen.
Desde el Sindicato de Supervisores de Collahuasi, su tesorero, Víctor Riesco, señala que “Chile era uno de los pocos países que no aplicaba un Royalty a las empresas mineras que desarrollan sus faenas en el país, y esto ha generado un perjuicio económico importante para el Estado, ya que por el solo hecho de existir este recurso, existen personas que están interesadas en explotarlo, en este caso, las empresas privadas que desarrollan sus proyectos minero en Chile”.
“Ahora bien, desde siempre se ha dicho que hay sectores políticos que no están de acuerdo, primero con la presencia de las mineras y quieren aumentarle los impuestos y segundo, hay sectores que señalan que las mineras no invertirán en Chile si existe este Royalty a la minería. Primero que todo, tenemos que dejar en claro que aquellos países que tienen recursos naturales en abundancia, como el ejemplo Chile, en el caso del cobre y del litio, al final estos mismos elementos que pueden ser de alta relevancia para su economía, terminan siendo una maldición, ya que no permiten que otras áreas del conocimiento y del desarrollo puedan escalar en el tiempo y que ayuden a la matriz productiva de ese país”, aseguró.
Riesco es muy categórico en decir que “en nuestro país, el caso es terrible con el cobre, ya que la mayoría de los elementos de cobre que importamos llegan por fuera y del litio ni hablar ya que exportamos carbonato o salmuera de litio y después llegan los productos terminados los cuales pasan prácticamente por medio mundo a valores que no son el mismo que se vende el elemento. Entonces es un negocio enorme y muy ventajoso para aquellos que colocan los recursos para este tipo de explotación, por ello Codelco también es tan importante para el Estado de Chile, ya que con muchos de los recursos que se producen pueden solventar programas para la mayoría de los chilenos”.
“Claramente, la figura del Royalty debiera dar un puntapié inicial para el desarrollo de las regiones y el poder despegar y no ser el patio trasero de tanto las empresas que producen como del propio Estado, ya que los impactos ambientales que se generan no están en La Moneda, sino que están en los territorios donde se explotan y obviamente este efecto no es visto a la primera, pero sí es acumulativo en el tiempo”, agrega.
“Esperemos que este Royalty sea bien utilizado y que la mirada de país entienda que es necesario cobrar este impuesto porque mal que mal nunca se ha entendido bien cuál es el verdadero trasfondo de esta figura. No pasa solamente por un tema de costo, sino que pasa por un tema de desarrollo, pero de igual forma sabemos que los recursos naturales si no son bien manejados por los países terminan siendo un problema, más que un beneficio”, finalizó.